La desaparición, en el Sur de la
Argentina, del artesano
Santiago Maldonado, detenido por la
Gendarmería Nacional el pasado
1º de agosto y del que no se tienen noticias hasta la fecha, tiene en vilo a todo el país.
Maldonado fue arrestado por un grupo de gendarmes en el marco de la represión que se llevó a cabo sobre el pueblo mapuche de la comunidad de
Cushamen, que viven en tierras que les fueran usurpadas a través del mercado por el empresario
Luciano Benetton. La inacción del gobierno argentino, que persiste en negar el hecho y hablar, en cambio, de
guerrillas mapuches y otros temas incomprensibles, ha despertado la solidaridad internacional. En medios de todo el mundo se reproduce la noticia, que significa para la
Argentina, el regreso hacia el peor de sus pasados, y creemos que hasta los diarios chinos están hablando de
Santiago Maldonado. Sin bien no podemos corroborarlo porque no sabemos chino, es posible que sí lo estén haciendo, aunque tal vez no. Tal vez mañana, o pasado, lo cual nos permite ingresar en el campo del más moderno de los periodismos. En las
PASO de este 13 de agosto,
Santiago Maldonado no concurrirá a votar. Un operativo de
Gendarmería se desplegará discretamente frente al establecimiento en el que debería emitir su sufragio para poder aprehenderlo de una buena vez y hacerle pagar por el desprestigio al que sometió a la fuerza. El gobierno del presidente
Macri amenazó con aplicarle
"la más contundente multa" en caso de faltar a su deber ciudadano.
