Ahora dudan de que Blanco sea médico porque "su carta puede leerse claramente"

La carta de Blanco, de puño y letra

Luego de conocerse una carta en la que el Secretario de Salud, Dr. Gustavo Blanco expresara sus disculpas al intendente, a la gobernadora y a la "comunidad en general", el propio Carlos Arroyo desestimó las razones expuestas en la misiva y confirmó a Blanco en su puesto. Sin embargo, la gobernadora Vidal había expresado su deseo de una respuesta un tanto más contundente: "Es vergonzoso que se refiera a una vecina como 'un perrito' cuando debería haber dicho 'asqueroso perro mestizo kirchnerista en situación de calle'", habría dicho Vidal a sus allegados más cercanos". Desde el despacho de Arroyo se aseguró que no se le aceptó la renuncia a Blanco por considerar superado el episodio. No obstante, fuentes cercanas al intendente dejaron traslucir la inquietud de Arroyo porque, en caso de aceptar la renuncia del secretario, Silvana Rojas se haría cargo de la firma en el área de Salud.
El propio Doctor Blanco había asegurado que "algo hay que hacer con esta gente, no sé, ponerle correa, o algo así".
En las últimas horas, distintas asociaciones médicas comenzaron a pedir informes que acrediten que Blanco haya obtenido su título habilitante de médico. Los profesionales de la salud fundamentaron su reclamo en el hecho de que en su carta, Blanco no utilizó la "reglamentaria letra de mierda de todo médico", y deslizaron la posibilidad de que el Secretario de Salud no haya llegado a graduarse "La carta puede leerse claramente, y es posible que no haya cursado o aprobado las materias 'Caligrafía chota I y II', necesarias para lograr el título", afirmó el presidente de la agrupación Médicos de Mar del Plata. Mientras que desde la Sociedad Médica dudaron de la legitimidad de la carta de blanco y promoverán una investigación: "Así como en toda comunicación debe constar su firma y el sello de su cargo, es necesario que sea escrita con la ilegible caligrafía que distingue a nuestra profesión: una letra de mierda nos identifica más que el mejor acto médico", y concluyeron: "Dónde quedaron, sino, las enseñanzas de Favaloro, de Leloir ¿qué sería de toda esa sabiduría que aún no logramos descifrar".