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Balbi, Carnezzaro y Zulueta, los tres comerciantes
impecables de la ciudad, afectados por la invasión de manteros |
Asociaciones que representan a comerciantes de todos los rubros mostraron su satisfacción por el desbaratamiento en las últimas horas de temibles organizaciones de vendedores ilegales, más conocidos como manteros que, trayendo grandes cantidades de mercadería, planeaban vender esos artículos en nuestra ciudad. Los sujetos, de procedencia extranjera, al no poder luego vender esos artículos en forma satisfactoria, se quedan en nuestra ciudad durante el resto del año sin poder volver a sus lugares de origen, buscando empleos que podrían ser nuestros y amenazando nuestra pureza racial. El titular de una de las asociaciones que defienden a los comerciantes tradicionales,
Rómulo Pecchi, indicó a este medio que
"no es justo que un mantero que no paga impuestos pueda trabajar delante del local de un comerciante que tampoco los paga, pero es de acá y no es boliviano" Pecchi aseguró que
"se debe respetar al comerciante local, que está todo el año, todo el día, menos las cinco horas de siesta que se toma y que cierra temprano por la inseguridad reinante". De acuerdo a datos recabados por
ElCorunio, este verano, la actividad de los manteros provocará
un fuerte perjuicio a los comerciantes honestos que entregan factura por todos los artículos que venden, que no evaden impuestos, que tienen a sus empleados en blanco y con su cargas sociales al día, que no venden mercadería de procedencia ilegal, que usan posnet, que tienen todo declarado ante la Afip y no se abusan con los precios, que en toda la ciudad no son más de tres.
Para
Pecchi,
"la carga impositiva que recibe el comerciante tradicional es excesivamente alta, y por eso tal vez se generen algunas demoras en los pagos, pero si los manteros se quieren instalar, que paguen sus impuestos al día y religiosamente", y agregó
"Hay que crear la figura legal del 'pensamiento de venta', por el cual se pueda arrestar y deportar a cualquier inmigrante de países limítrofes del que un funcionario crea que piensa vender aquí los productos que tiene a mano o que trajo a la ciudad". Desde
ElCorunio alentamos la idea de que la población comprenda y reflexione claramente por qué se cree que un boliviano con un atado de ropa
"es un ilegal que merece ser deportado", mientras que una empresa multinacional que maltrata y pisotea los derechos de los trabajadores, representa la llegada de las inversiones.
No he leído nada mejor sobre éste tema que esta descripción perfecta(y encima con humor).Mar del Plata es también toda la Argentina.Brillante.
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