La inesperada renuncia de todo el equipo de seguridad del municipio desató una ola de acusaciones y denuncias en el propio seno de la flamante gestión del intendente
Arroyo, y amenaza con salpicar al nuevo gobierno con el estigma de la corrupción. El equipo renunciante, con
Julio Razona a la cabeza salió eyectado del gobierno, aunque con los tapones de punta porque, según afirma,
"el área de seguridad es un antro de corrupción". Pero como un dato adicional, podemos citar la verdadera decepción que provocó en un nutrido grupo de ciudadanos autodenominados
"independientes" el conocer que entre las renuncias se había producido la de la mediática
Alejandra Rubianes. La señora, que integraba el equipo de
Razona por haber sufrido cerca de cinco asaltos, había generado un profundo entusiasmo acerca de lo que podía haber brindado en su cargo, y es por eso que estos ciudadanos independientes no tardaron en ofrecerle al intendente correr con los costos del sueldo de la ahora exfuncionaria, ya que, según afirmaron:
"Era la garantía de tener esa cuota de delirio irracional que iba a contrastar con el delirio básico y casi aburrido que parece que puede ofrecer esta nueva gestión, y tenía la capacidad de provocar la mayor hilaridad, como también la más grande de las indignaciones". De acuerdo a uno de los vecinos autoconvocados a las puertas de la
Municipalidad "En este marco de ataques neonazis en los que sólo la violencia física se hace notoria, la Alianza Cambiemos no puede perderse a una verdadera puteadora irrefrenable, una hierveconejos que duerme con el picahielos debajo del colchón, una persona con la sutileza de una motosierra para integrar el gabinete del cambio en la ciudad". Los manifestantes amenazaron con acampar en la puerta del edificio municipal hasta que
Arroyo reincorpore a
Rubianes.
