En una nutrida conferencia de prensa, Mauricio Macri presentó a las dos figuras que van a disputar la candidatura a la intendencia de la ciudad por un partido que no tiene concejales, aunque sí, muchos referentes. La sorpresa de las últimas horas fue la incorporación del concejal Carlos Arroyo al espacio del PRO, cuando se lo suponía negociando con las huestes de Sergio Massa. En tal sentido, Arroyo representaría otra fuga del Frente Renovador, probando que a esta altura, a Massa se le va cualquiera. La inclusión de Arroyo representaría un cambio de timón entre las fuerzas lideradas por Macri, ya que a la poseedora de un registro trucho, le estarían sumando un Zorro1 capaz de controlar esos desbordes. Macri aseguró que la sociedad "está cansada de que intenten 'explicarle lo inexplicable'", en alusión a lo que el kirchnerismo denomina "relato", y que "nosotros queremos presentarles a los impresentables". El Jefe de Gobierno de la ciudad autónoma remarcó reiteradamente que su partido representa el cambio "A tal punto", dijo, "que a los marplatenses vengo a ofrecerles el cambio de siempre, un cambio que ya conocen, o sea, 'otra vez cambio'". Mientras María Eugenia Vidal no paraba de sonreir para contraponerse al adusto gesto de Arroyo, Macri no evitó caer en la fácil comparación de cualquier político que desconoce nuestra ciudad, al sostener que "Mar del Plata ya no es la ciudad feliz", y agregó que "me lo dijo Sara, que tiene una fiambrería y ya la asaltaron diez veces, o Antonio, que no se va de vacaciones porque no quiere dejar su casa sola, o Durán Barba, que inventa estas historias", al tiempo que anunció que su gira electoral seguirá por otros puntos de la región: "Vamos a ir a Tandil, donde ya no está la piedra movediza", remarcó.
