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| Inédita: la foto de Jules Sosais, y su increíble parecido con Julio Sosa |
Hasta ahora, todo indicaba que Julio Sosa había nacido en Las Piedras, Uruguay, en 1926. Sin embargo, ese bebé habría muerto casi al mismo tiempo en que una familia vecina de los Sosa, de apellido Sosáis (se pronunciaba "Sosé") recientemente llegada de Francia, y que tenía un bebé de la misma edad bautizado Jules, muriera en un infortunado accidente de tránsito cerca de Montevideo. Pese a la muerte de sus padres, el pequeño Jules resultó ileso en el accidente y fue adoptado en secreto por la familia Sosa, que lo hizo pasar por su bebé muerto y lo crió como su hijo. Ya adolescente, Jules decidió retornar a Francia, donde se dedicó a la canción usando su nombre original, obteniendo un creciente suceso en su patria natal, donde era conocido como "Le barón du chansón". Sin embargo, las cosas no salían como Jules las había planeado, y a veces debía realizar pequeños actos delictivos para poder comer. Un vecino de Clichy-sous-bois, el suburbio parisino donde residía, lo denunció a las autoridades y Jules acabó preso durante unos meses. Al salir de la prisión de La Santé, en un hecho poco aclarado, Jules asesinó a este sujeto que lo había denunciado. Acorralado por las fuerzas policiales, Jules logra huir a su Uruguay de crianza, donde obtiene la impunidad haciéndose pasar por Julio Sosa, nombre con el cual luego emigra hacia la Argentina, obteniendo su gran éxito cantando los más reconocidos tangos. Según se supo, una comisión del Ministerio de Justicia francés, arribará en las próximas semanas a Montevideo, para hacer una presentación judicial que le permita abrir la tumba de Julio Sosa, ubicada en el cementerio de Las Piedras y realizar estudios de ADN para comprobar que Julio Sosa y Jules Sosáis son la misma persona. Millones de fans del cantor de tangos heridos en su orgullo nacional uruguayo se niegan a creer esta historia, pero, según parece, las pruebas de los investigadores son lo suficientemente sólidas como para impulsar la causa judicial. El caso puede desatar un conflicto diplomático si la República Oriental se niega a abrir la tumba de Sosa, muerto en 1964, en un accidente automovilístico en la ciudad de Buenos Aires, al volante de su flamante coupé DKW Fissore. Desde el Poder Judicial uruguayo auguran que la negociación con sus pares franceses "será áspera", mientras que fuentes francesas esperan del país hermano "la mayor disposición posible para lograr esclarecer lo que, independientemente de cuán popular haya sido Sosáis en el Uruguay, para nosotros implica resolver un misterio y esclarecer un asesinato de hace alrededor de cincuenta años que intenta llevar calma a la familia de la víctima". Por lo visto, Julio Sosa, el varón del tango, sería definitivamente, francés.
