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Vilma, entre fariseos y pecadores: con Lalo Ramos, de nuevo en las pistas |
La aparición de una foto en la que se ve a la candidata del
PRO,
Vilma Baragiola en una comida con diversos dirigentes entre los que se contaban el incurso en al menos un delito de tránsito
Lalo Ramos, lejos de desatar el escándalo en el partido de
Mauricio Macri, impulsó a sus dirigentes a dar la cara. Mientras
Emiliano Giri y
Carlos Arroyo se peinan para una foto en la que no alcanzan a salir, según los responsables del
PRO,
"nos sentamos con todos los sectores, sin preguntar en qué delito están involucrados". La candidata
María Eugenia Vidal destacó la amplitud del partido, que puede reunir en una misma mesa y bajo un mismo armado a
"asesinos al volante y personas con registro trucho", porque, según explicó,
"eso representa una clara señal de que el PRO intenta dar un claro impulso al transporte público por encima del uso del auto particular". Hace trece meses, el excampeón de TC
Lalo Ramos, en estado de ebriedad,
embistió con su
Mercedes-Benz al auto de la familia del niño
Thiago Joel Franco. Desde entonces
Thiago sufre consecuencias neuronales irreversibles y requiere tratamientos especiales. La Justicia marcha siempre por detrás de las necesidades de
Thiago y para evaluar la situación en función de las consecuencias. Por su parte,
Vilma Baragiola, que también ha tenido sus poco claros accidentes automovilísticos, tendría un registro de conducir trucho, otorgado sin haber aprobado las instancias correspondientes en el
Distrito Descentralizado El Gaucho. Un asesor de campaña del
PRO relativizó ante este medio ambas situaciones y confió que
"con la lavandina de los medios, vamos a lograr que se vea lo mejor de ambos dirigentes", y aseguró:
"Si en las rutas de Mar del Plata se hubieran implementado las garcosendas, lo de Ramos no pasaba".