La indignación desatada por el cruel asesinato de un taxista durante la noche anterior provocó que en el día de hoy amanezcamos con paros y movilizaciones de los trabajadores del volante. Durante toda la jornada se produjeron repercusiones de todo tipo. El intendente
Gustavo Pulti reclamó la habitual mayor presencia policial que parece se olvida de pedir en los frecuentes actos que protagoniza junto al
Gobernador Scioli, y sorprendió al afirmar que
"un chorro tiene que estar preso, entre rejas", y dio por cierto que el asesino del taxista era autor de
"una larga hilera de delitos". Horas mas tarde, desde la oficina de prensa de la
Municipalidad, se entregó un comunicado en el que se puntualizaba que si bien
Pulti sostenía sus dichos, se quería acercar a los ciudadanos la tranquilidad de que el intendente va a concluir su mandato en los términos estipulados por la ley, como también el resto de sus funcionarios, secretarios y asesores. Las declaraciones de
Pulti sembraron zozobra puertas adentro de la comuna, en el que se llegó a hablar de
"acefalía municipal", con el lógico desconcierto que llevó a efectuar la posterior aclaración.
"No sabíamos si mañana teníamos que venir a trabajar o ir a entregarnos a la Justicia", nos confesó un reconocido funcionario. Desde el despacho del intendente nos llegó la versión de que fueron innumerables los empresarios que llamaron durante la tarde para obtener precisiones y pedir al intendente que se retracte de sus dichos:
"Si vamos todos presos, la ciudad se paralizaría", habrían reclamado.
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