El preso experto en la terapia alternativa conocida como "limpieza de cólon" piensa apelar la condena a Antonio Toledo, para que vaya a prisión y experimente su sanación

¿Será así el tratamiento al que Toledo
sería sometido, si fuera a prisión? (imagen simulada)

No hubo medio marplatense que no publicara la información: Antonio Toledo, principal responsable de los supermercados que llevan su apellido, fue condenado a un año y medio de prisión porque en 2002 presentó un recurso de amparo para cobrar del Banco Francés dineros que en realidad estaban prendados por ser garantía de préstamos que había contraído con esa misma entidad. El monto de la pena por la estafa, inferior a tres años, impide que el reo vaya a prisión en forma efectiva. Pues bien, hoy se conoció una novedad sobre este caso que ahora cruza dos historias. Todos recuerdan a Angel "Potito" Ferrante, aquel joven regordete que una madrugada de 1988 cosió de varias puñaladas a su pareja, el entonces mediático coiffeur Christian Ríos Saralegui. Potito huyó durante varios días hasta que, cercado por la Bonaerense, se entregó y hoy enfrenta una condena a perpetua. En Batán, Potito cambió su vida y se llenó de amor: estudió, se capacitó y desarrolló sus ya entonces vastos conocimientos en el campo de las terapias alternativas, que ha practicado con los reclusos en la misma prisión, como una forma de acercarles la paz que muchas veces no pueden encontrar intramuros. Ferrante se convirtió en una especie de experto internacional en la terapia conocida como "limpieza de cólon", que muchos famosos practican asiduamente. En este caso, la dificultad para ingresar instrumental terapéutico a la cárcel pareció dar por tierra los planes de Ferrante. Sin embargo, desarrolló una revolucionaria técnica para llevar a cabo esta terapia sin utilizar aparato alguno. Es así como, por años, ha sido trasladado a varios penales para dar a conocer sus conocimientos y llevar su amor a tantas almas que viven encerradas en su odio. Varios represores conocieron la terapia de Potito, hoy apodado "El Poto", ya que su aspecto adolescente fue cambiando con los años y el ejercicio fue moldeando esa figura maciza, musculosa, morena y similar a la de un exluchador de catch que hoy ostenta. Pero pese a su aspecto patovica, todo es amor en Ferrante. Por eso llamó la atención hoy cuando hizo saber a la prensa que siempre lo sigue, que va a apelar la condena a Antonio Toledo, y buscará que vaya a prisión para conocer su amor. "Toledo cometió un delito, y como tal, se apartó del amor a la humanidad. Merece que yo, junto al equipo terapéutico que desarrollé en la cárcel con los demás internos, podamos practicarle una limpieza de cólon que lo acerque a la paz que todo ser humano merece, y alguna vez pueda morir sin rencores", sostuvo en un comunicado. "Me han hecho saber que Toledo ha tenido otros episodios cercanos a la delincuencia en su ámbito laboral y con sus empleados. Por tanto, es un caso difícil. Nosotros tenemos las técnicas y el instrumental preciso para tratar su caso: hay técnicas venosas, anchas, ganchosas, protuberantes, etc., sin contar mi nuevo desarrollo de la limpieza de cólon inversa, que limpia todo el tracto desde su inicio, en lugar de iniciarse por el final.  Debemos probar todas hasta lograr el resultado deseado. Pido al tribunal que condene a Toledo a mas de tres años de prisión y pueda compartir el amor a la humanidad conmigo y mis compañeros", continúa el escrito. Según pudo saberse, fuentes del Tribunal Oral Federal no estarían de acuerdo en revisar la condena de Toledo, aunque verían con buenos ojos el indicar al empresario un tratamiento de este tipo. Es de esperar, entonces, una pronta definición a este pedido lleno de amor al prójimo.