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Amor: así sería la terapia que Bujedo estaría experimentando en estas horas (reconstrucción) |
Dicen que el amor al prójimo todo lo puede. Si bien provocó indignación ver las fotos obtenidas por la investigación del diario
El Atlántico en la que se veía al represor
José Francisco Bujedo, que gozaba de prisión domiciliaria desde 2011, paseando libremente por la ciudad, todavía hay quienes ven en esos profetas de la muerte la posibilidad de una redención. El preso conocido por practicar la terapia alternativa conocida como
"limpieza de cólon" es un ejemplo de esto, acaso por haber emergido de situaciones igualmente trágicas, aunque en este caso, trocadas en esperanza. Todos recordamos a
Angel "Potito" Ferrante aquel joven regordete que una madrugada de 1998 mató de varias puñaladas a su pareja, el mediático coiffeur Christian Ríos Saralegui. "Potito", atrapado luego de algunos días de fuga, fue juzgado y condenado a 19 eternos años de prisión. Sin embargo, allí donde muchos ven naufragar su propia vida, el condenado desarrolló su pasión por las terapias alternativas, que comenzó a prodigar a los demás presos en la incansable búsqueda de la liberación interna que los barrotes no logran proporcionar. Entre esos duros muros de Batán, que vieron crecer su morena y regordeta figura casi adolescente hasta transformarse en la que hoy ostenta, mas cercana a la de un robusto exluchador de catch y tan alejada a la ternura que emana de su corazón, Ferrante se transformó en un verdadero profesional de la salud, con técnicas desarrolladas por él mismo, ante la imposibilidad de ingresar al penal instrumental que podría ser utilizado para la agresión entre los internos. La práctica que mas liberación provoca, la que alcanza la mayor de las catarsis en quienes han signado su vida con la violencia es la preferida de muchas estrellas de Hollywood: se trata de la llamada "limpieza de cólon" o "terapia colónica". "Potito" prodigó esta liberación a todos sus compañeros de Batán, y sus curaciones pronto se comenzaron a comentar en otros penales. Es así que Ferrante no sólo logró ser trasladado a otras cárceles a dar charlas y demostrar su técnica, sino que también capacitó a otros reclusos para que pudieran ellos mismos liberar mediante estos procedimientos curativos a los demás internos que, llegando del mundo exterior, trajeran a los pabellones la impronta del odio y resentimiento. En el caso de Bujedo, trasladado al penal de Marcos Paz casi inmediatamente después de haber sido descubierto paseando por Mar del Plata, si bien fue recibido por el equipo de terapistas colónicos de la prisión, éstos consideraron que el potencial agresivo que traía en su interior por su condición de represor, ameritaba una interconsulta con "Potito" Ferrante, concedida por el juez Berlanga, que entiende en el seguimiento de la causa del hoy profesional de la salud. Es así que "Potito", ya un viejo conocido en este penal, porque también atendió al represor Wolk cuando fue recapturado, se encuentra en estas horas entre aquellos muros brindando todo su amor a la humanidad en su intento de liberar a Bujedo de sus fantasmas y horrores. Fuentes de la cárcel de Marcos Paz nos revelaron que los presos sometidos a esta terapia suelen lanzar verdaderos aullidos de liberación cuando logran conectarse con su yo positivo y noble y que, en efecto, la liberación del alma de Bujedo ya se habría producido y en volúmenes y entonaciones felinas que se pudieron escuchar en todo el penal. Una muestra mas de cómo, aún en las mas oscuras mazmorras, hay una luz que germina la semilla de una humanidad mejor.
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