Para la Prefectura que cuida nuestra ciudad "no hace falta" bajar la edad de imputabilidad, sino que "con bajar el caño del arma, alcanza"

Los magros resultados obtenidos por los "megaoperativos" lanzados en nuestras calles comienzan a generar críticas por un lado, y explicaciones capciosas por el otro. Desde algunas voces de la Prefectura, de la que se dice que al menos "dejó hacer" en el asesinato del niño Kevin Molina en la Villa 21, se ha deslizado la idea de que "no tienen todos los elementos legales" como para hacer pie en nuestra ciudad. Si bien su colorido despliegue es visible en avenidas concurridas, la presencia de esta fuerza en lugares mas remotos no se habría evidenciado y, tras el crimen de Kevin, acaso mejor así sea.
En tal sentido, Martín Insaurralde habría ensayado una tímida justificación al sostener que "la baja en la edad de imputabilidad es necesaria para esos pibes que, siendo víctimas del sistema cruel que los somete, no se conforman con las netbook y la asignación por hijo y aún así, han elegido el camino del delito". Si bien aún no se ha calculado el ahorro que asesinatos como el de Kevin y su consiguiente cese en el pago de la Asignación por hijo traerá al Estado Nacional, se cree que puede representar una forma de equiparar algunas cuentas.
Pero desde algunos mandos de Prefectura se habría opinado acerca de la reavivada polémica sobre la baja en la edad de imputabilidad y el revuelo político que se originó en candidatos que antes ni hubieran tocado el tema. El debate de estos temas no genera, para los muchachos de los chalecos anaranjados, concreciones en cuanto a medidas a tomar. Es por eso que circula una idea dentro de la fuerza que sostiene que "la baja en la edad de imputabilidad se logra apuntando un poquito mas abajo". Ahí murió Kevin, y tal vez sólo sea el principio.