Las P.A.S.O. y lo positivo de que al neoliberalismo camporista de Pulti se le pueda por fin oponer el progresismo de la excandidata de De Narváez

La democracia permite, ocasionalmente, la hegemonía de algunas fuerzas que, en el desempeño del poder pueden alcanzar grandes logros o estrepitosos fracasos, así como corruptelas para los habituales amigos de siempre. Ante ello, el mismo sistema prevé que, a través del ejercicio del sufragio, se pueda lograr el necesario equilibrio entre las fuerzas. Es así que a la llamada "escribanía" de Acción Marplatense, aquella conformación del Honorable Concejo Deliberante que le permite a esta fuerza aprobar cualquier proyecto con el solo voto de los concejales de este partido, era necesario anteponerle otra fuerza que pudiera, al menos, presentar una instante de reflexión ante la estampida de manos levantadas para aprobar cualquier cosa que bajara desde el Ejecutivo comunal. Es por eso que el resultado de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias nos permite entrever un promisorio futuro de la política marplatense: al parecer, si todo resulta como parece que va a resultar, una nueva fuerza podrá balancear poder en el ámbito legislativo de la ciudad. En efecto: al férreo neoliberalismo auspiciado por La Cámpora que una y otra vez blande el intendente Pulti se le opondría -por fin- el imprescindible progresismo de la excandidata del garcolombiano Francisco De Narváez, la reconocida Vilma Baragiola, que ni bien venga, promete partir el cerrado bloque del partido de la ciudad con una alternativa liberadora. Vayan desde aquí los mejores auspicios a los nuevos vientos en la política de la ciudad, que parecía sumida irredentamente en el oscuro lenguaje del discurso único para que, a través del diálogo entre fuerzas se logre llegar al mismo.