Al cierre de esta edición, expertos peritos de la
Secretaría de Comunicaciones se encontraban analizando todo el material que contiene las declaraciones de la
psicotidiputada Elisa Carrió en las que convoca a una movilización popular que evite la votación en el
Congreso Nacional del controvertido proyecto de reforma de la
Justicia. El punto en cuestión es determinar
fehacientemente si la legisladora llamó a movilizarse el próximo miércoles a
"los mismos que fueron al 18A", como dicen algunas versiones o, como sostienen otras,
"a sus votantes". Si
Carrió pronunció la segunda opción, y suponiendo que concurran todos aquellos que la votaron, se estima que licenciando a la mitad del personal del palacio legislativo sería suficiente para contener el intento.
Carrió advirtió hoy sobre la necesidad de contener el intento del gobierno de
"democratizar la Justicia" ya que, para la legisladora
"sería el fin de la República", aunque reflexionó que lo ocurrido el
18A fue
"el principio de una nueva República". Si bien durante la jornada no pocos legisladores
la llamaron a la cordura, desde el entorno de
Carrió sostienen que la popular
"Lilita" conoce esa situación mental menos que
Macri su despacho en la
Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Asimismo, militantes de
La Cámpora redoblaron la apuesta y llamaron a resistir el intento de los votantes de
Carrió con su
brigada de empleados ñoquis de varias reparticiones. Cuando todos van por todo, los que quedan afuera son los nadies.
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