Satisfacción: estiman que la gran afluencia turística de Semana Santa alcanza para hacer olvidar dos asesinatos y algún negociado oficial

Las caras largas de la semana anterior dieron paso a expresiones mas distendidas: funcionarios de todos los niveles no dudaban en expresar su satisfacción por las altas cifras de ingresos turísticos en esta Semana Santa que, para mejor, presentó sus mejores galas climáticas. Es así que el intendente charló ayer con los periodistas acreditados en el Palacio Municipal y aseguró que: "-Mar del Plata se merecía un fin de semana largo con estas características, con mayor trabajo para todos los marplatenses-", al tiempo que el Presidente del Honorable Concejo Deliberante, Ariel Ciano, reconoció: "-Estas cifras nos dan mas tiempo para no pensar ni implementar medidas de fondo. Creemos que la gran cantidad de turistas que visitaron nuestra ciudad en estos últimos días alcanza para hacer olvidar dos o tres de los últimos asesinatos, un par de puntos de desocupación y algún negociado oficial. ¡Ni hablar del déficit!. Mientras tanto, vamos tirando hasta el 25 de mayo-", mientras que un despreocupado concejal Laserna, afirmaba: "-En política hay que saber aprovechar las circunstancias que se presentan, y esta gran cantidad de turistas es una nube de humo mas, pero que no contribuimos a generar nosotros, así que ahora, a no trabajar, a rascarse bien las pelotas, que la ciudad, de alguna manera va a salir adelante-" Sin embargo, Pulti intentó calmar el optimismo de su tropa al remarcar que "el año es largo", y que "-No podemos valernos de un logro fortuito para el que no hicimos un carajo. Sólo el trabajo sostenido puede acercarnos nubes de humo mas eficaces. Hay que trabajar en forma mancomunada con otras fuerzas políticas, y si en el marco de la agenda nueva logramos que para octubre o noviembre nos visite el Papa Francisco, ahí si: inseguridad, déficit, malas temporadas, protestas de vecinos y desempleo van a tener que esperar dos o tres años para que nos ocupemos-". Como siempre, el intendente no ocultó su satisfacción, pero a la vez sembró la idea de un futuro para la ciudad, lo que sin duda hace un verdadero estadista.