"Viva el diagnóstico de cáncer". Decepción en las distintas fuerzas políticas al conocer que CFK no sufre esa enfermedad: "Ansiábamos la dura convalecencia y hasta la agonía de la mandataria, necesarias para la reconciliación de todos los argentinos, y no una supervivencia indefinida que acentúe la crispación"

Distintos sectores de la oposición hicieron saber el desconcierto que les ocasionó el conocer que la presidenta no tenía cáncer: "-Dicen que tiene cáncer y no cumplen con su palabra, no es serio-", vociferaba Margarita Stolbizer. Por su parte, Pino Solanas juzgó como "necesaria y mancomunante" una convalecencia "que nos hubiera permitido la reconciliación de todos los argentinos, llorando algunos, lamentándose otros, fingiendo apoyos y posicionándonos en un nuevo escenario político, pero ni siquiera nos dieron tiempo, porque no quieren darle espacio a la oposición". Voceros de la Unión Cívica Radical opinaron que "una sobrevida en perfecta salud no propicia el mejor diálogo político que nos permita dudar, discutir y cagarnos en el 54% de los votos obtenidos", mientras que Francisco De Narváez aplaudió la recuperación de Cristina Kirchner, aunque admitió que su saludable estado "Nos retrotrae al 10 de diciembre, y volver para atrás es malo en un país que debe afrontar este año la crisis europea y la nueva crisis del campo que se viene y nos hará ganar bancas en 2013". De acuerdo a algunas fuentes, en las paredes de algunos barrios de la ciudad de Buenos Aires comenzaron a aparecer inscipciones que aluden a esta falta de seriedad en la palabra empeñada. "Viva el diagnóstico de cáncer", rezan los graffiti que lamentan una nueva oportunidad que hemos perdido los argentinos todos.