En lo que sería un reflejo de la baja en la conflictividad social en nuestro país, un grupo de científicos de la
Universidad del Medio-Oeste Argentino dio a conocer un estudio que revela que la frase
"Los argentinos hacemos de todo un Boca-River" ha pasado de significar un constante e irresuelto antagonismo entre dos partes enfrentadas, a representar la idea de que una de estas partes es permanentemente derrotada por la otra.
Abel Guareschi, jefe de los investigadores, destacó:
"-Hasta no hace mucho, la frase 'Los argentinos hacemos de todo un Boca-River' representaba nuestro espíritu beligerante, nuestra permanente posición agonal entre dos posturas irreductibles que jamás lograban una definición final. Sin embargo, desde hace un tiempo, la citada frase ha mutado su significado, hasta explicar la permanente y humillante derrota de una de esas partes-".
Guareschi destaca que
"hay jóvenes que no han conocido el primero de los significados", y que en algunos barrios
"los chicos ya van por la tercera generación que ven como una de esas partes es irremediablemente humillada". Aunque al mismo tiempo, el estudio admite que
"la comunidad lingüística precisa, requiere de alguna frase que refleje ese sentimiento humano de permanente antagonismo entre dos fracciones". Es así que propone algunas frases que, de alguna manera, reemplacen ya no a la frase original, pero sí al sentimiento que le ha dado origen. Entre las frases que los investigadores ven como posibles reemplazantes, figuran:
"Los argentinos hacemos de todo, un Instituto-River", o
"Los argentinos hacemos de todo, un Rosario Central-River", mientras que alternativas como
"En este país hacemos de todo una lucha entre peronistas y antiperonistas" fueron descartadas ante los últimos resultados electorales.
El estudio será elevado a la
Presidenta de la Nación en el transcurso de la semana próxima.
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