Finalmente los vaticinios se cumplieron, las brujas acertaron esta vez, los hados impusieron sus designios y el seleccionado argentino de fútbol empató 1 a 1 con su par de Bolivia, que aparentemente es el nuevo cuco a vencer para el equipo nacional y nada popular. Hubo en la cancha 11 muertos, 11 egoístas, 11 pechofríos, única manera de no ganarle a un equipo como el del país del Norte, que no debería representar un escollo serio para ningún seleccionado argentino. El enojo en la cancha era tal que no sólo pudieron apreciarse banderas en las que se leía "Perdón, Bilardo", sino también otras que reclamaban perdones a Basile, Passarella, Pekerman, Maradona y Batista, mientras que el hashtag #andatesabella hizo furor en Twitter durante varias horas. Muchos plateístas se preguntaban si en la selección habían ingresado los jugadores chilenos apartados por Borghi, y uno de ellos nos reveló: "-Es hora de que cuenten que si ponen huevos, los equipos donde juegan les quitan un mes de sueldo, como a Tévez-". Sin embargo, fuentes habitualmente consultadas manifestaron que tras el empate, el técnico de la selección se abocó, junto a sus colaboradores, a establecer las bases, a delinear las estrategias, a definir las líneas de acción que permitan justificar un eventual mal desempeño en Barranquilla frente a Colombia el próximo martes. Trascendió que el calor de la zona, los peligrosos jejenes Mberegueres que inoculan un veneno temporalmente narcotizante y la ingesta accidental, por parte de algunos jugadores, de un "café lento" se habrían considerado como argumentos válidos. Aunque finalmente habría surgido una variante del clásico "La pelota no dobla" y que habría recibido el beneplácito del vestuario. Tras el partido ante Colombia se diría que "A la pelota ni la vimos".
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