Autoridades de las distintas
cámaras de la construcción confiaron ayer a este medio que estudian la posibilidad de agrupar todas estas entidades en un solo agrupamiento empresario que recibiría el pretencioso nombre de
"Cámara Marplatense de Hijos de Puta". De acuerdo a las fuentes, en el sector perciben un índice de "
cansancio" en la sociedad cuando distintas entidades de esta actividad aparecen en los medios una y otra vez reclamando ventajas y exenciones a las reglas. De modo que estarían optando por agruparse y realizar cada tanto una única presión, contundente y certera en lugar de varias diseminadas y esporádicas.
"-Tenemos que explicar claramente y con transparencia a la gente mayoritariamente ignorante que vive en Mar del Plata qué cosas estamos demandando y nos corresponden- confió un dirigente del sector
-y desde ya, plantarnos ante la sociedad como Hijos de Puta implica un reconocimiento y una intención de no mentirle a todo ese populacho pedorro-". Por su parte,
Carlos Ronda, actual presidente del
Colegio de Arquitectos nos confesó:
"-La gente nos ve en los medios y no sabe a qué institución pertenecemos, pero enseguida dicen: '-Ahí está ese hijo de puta!-' ¿porqué no blanquear la situación dándonos una identidad fácilmente distinguible?-" La idea, si bien generó expectativas positivas, también reavivó algunos viejos desacuerdos entre dirigentes de otras ramas.
"-Nosotros también somos hijos de puta- nos contó un importante empresario naval-
¿porqué integran una cámara de hijos de puta sólo con empresarios de la construcción? ¡Son unos hijos de puta, nos están discriminando!-" Aunque voceros del
Colegio de Técnicos es apresuraron en afirmar que
: "-La entidad estará abierta a todos los hijos de puta marplatenses que puedan probar que alguna vez se han cagado en alguien, o que puedan falsificar un certificado que sostenga que alguna vez han cagado a alguien. No hacemos distinción ni discriminamos. Es más, que vengan hijos de puta de otras áreas va a contribuir a hacernos mas fuertes y aprender sobre la hijaputez en todas las actividades-" Sin embargo, no son pocas las voces que, si bien no rechazan la idea, presentan una opinión disonante dentro de las mismas càmaras: "
-Tal vez sería mejor conservar la independencia de las distintas instituciones y hacer una especie de 'mesa de enlace' que pueda presionar duramente para obtener los privilegios que nuestra garquedad amerita, y podamos hacer valer nuestro derecho adquirido a hacer lo que se nos cante con la ciudad sin que los escollos tan frecuentes en el trámite democrático nos molesten-", afirmó un dirigente del
Centro de Constructores. La elección de las autoridades en esta nueva agrupación también generará un debate puertas adentro, ya que al menos se han definido dos bandos bien marcados que darían
distintas características a la conducción. Por un lado están los
definidamente hijos de puta, que son aquellos que son
lisa y llanamente hijos de puta, sin apelar a sensiblerías mariconas,
y por el otro, los
sutilmente hijos de puta, que son los que, sin caer en la tibieza de un sobrino de puta, ejercen la
hijaputez bajo el amparo de erigirse como figuras señeras para la sociedad, o fingen tener inquietudes culturales, humanitarias o de bien público. También queda por definir si en las elecciones internas van a ser válidas estrategias como el fraude, la coacción, el soborno, el apriete, la amenaza y todas esas cosas de las que un buen hijo de puta se enorgullece.
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