Un bebé humaniza al candidato: ¡Pulti va por los quintillizos marplatenses!

Agotado: así se lo ve a Pulti por estos días

Primero fue Mauricio Macri, de quien se dice que el embarazo de su esposa contribuyó a la aplastante victoria sobre Filmus el pasado domingo en la Ciudad de Buenos Aires. Siguieron los próximos alumbramientos de la hija de Alicia Kirchner y de la nuera de la propia presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, que se convertirá en abuela. Tal parece que en la política de hoy, los bebés dan una vitalidad inesperada al candidato, lo humanizan y a la vez le dan esa aura de fortaleza viril necesaria para ejercer el poder. Es por eso que en la política local, los últimos días del Intendente Pulti fueron agotadores. No por las acciones de su gobierno, sino por sus esfuerzos personales para ponerse a tono con sus pares de otras jurisdicciones. En efecto, Pulti -y suponemos que su esposa Volkswagen Bora Lucila- estarían en la frenética búsqueda del bebé que los haga repuntar en las encuestas tras el escándalo de los afiches. Pero en nuestra ciudad, tras el nacimiento de las cuatrillizas Landaburo, un simple bebé, que bien podría reemplazarse por un Bonifatti disfrazado no nos va a sorprender demasiado. Es por eso que el intendente estaría en la búsqueda de ¡los quintillizos Pulti! Ni el Volkswagen Bora, ni la oficina privada, ni los oscuros rincones entre las esquinas de Güemes y Gascón se habrían salvado del desesperado desenfreno del intendente, que a esta altura, pese a la ayudita del Viagra, no habría podido lograr su objetivo. De alguna manera sus asesores de campaña comienzan a impacientarse, aunque también especulan con que el verlo hecho una piltrafa de alguna manera también lo ha humanizado. Habrá que hablar con Scioli para que pague la fertilización asistida.