|
Reconstrucción del trágico momento |
Un luctuoso accidente tuvo lugar en horas de la tarde de este lunes en el edificio anexo del
Congreso Nacional, esa horrible construcción situada a metros del edificio original. Un solícito empleado
cayó inesperadamente en el hueco del escote de la diputada Victoria Donda. Sucedió mientras un grupo de personas viajaba en uno de los ascensores del anexo. Entre estas personas se hallaban varios empleados del cuerpo legislativo, visitantes ocasionales, lobbystas, algún legislador y la diputada
Victoria Donda. En forma imprevista, un bajón de tensión eléctrica, frecuentes en la
Capital Federal por estos días dado el exagerado consumo eléctrico para calefaccionar viviendas, motivó que el ascensor se detuviera entre dos pisos. Ante esta situación, uno de los jóvenes empleados que viajaban en el elevador se ofreció para abrir las puertas y desalojar el artefacto, pese a las voces que le advirtieron de lo peligroso de la maniobra y que, mediante los pedidos de auxilio telefónicos al sector de mantenimiento del edificio, en minutos se resolvería la situación. Sin embargo el joven insistió y logró abrir las puertas metálicas del ascensor. A continuación trepó con la mitad de su cuerpo al borde del piso inmediato superior. Se vivió entonces un momento de zozobra, ya que el muchacho no lograba terminar de trepar y sus piernas habían quedado literalmente colgando hacia el vacío. Fue entonces que mientras intentaba hacer pie en alguna superficie, confundió un apoyo con el escote de la diputada
Victoria Donda e intentó afirmarse allí. Súbitamente,
cayó al vacío entre ambos pechos, profiriendo un desgarrador grito que dio cuenta de lo profundo de su caída. La diputada, presa de la desesperación, comenzó a llamar al cuerpo de emergentología del edificio, al tiempo que se temía por la vida del empleado. No obstante, su voz se escuchaba calma, pero se desconocía si la falta de aire lo afectaría en los minutos siguientes. Se logró elevar unos metros el ascensor y un equipo especial del
SAME con experiencia en el atentado a la mutual israelita
AMIA se hizo presente y tras evaluar la situación, descartó el corte del corpiño de la diputada ya que los trozos de tela resultantes se dispararían con una fuerza balística, pudiendo lastimar a los presentes. De modo que
un arriesgado rescatista, aferrado a una soga sostenida por medio de un sistema de poleas improvisado en el lugar, descendió al hueco y procedió al rescate. Testigos del hecho sostienen que el joven empleado
ofreció resistencia, por lo que debió ser reducido. Peritos del
Congreso analizan las causas del accidente y evalúan medidas para evitar que algo así vuelva a ocurrir.
No hay comentarios. :
Publicar un comentario