Durante el transcurso de la semana que se inicia se espera un fuerte
contraataque del sector de la
construcción a las medidas que el
Ejecutivo planea implementar, referidas a la protección de algunos barrios característicos de la ciudad. En tal sentido, comenzarán una ofensiva con el fin de
limitar al máximo la cantidad de manzanas que sean protegidas y poder así, seguir garcando la ciudad con esos edificios de mierda. Más aún: no se descarta que nombren a un vocero, que tenga a su cargo las relaciones "diplomáticas", como ocurre con los transportistas.
"-Los vecinos no entienden que más allá de votar y protestar, no tienen muchos más derechos-", nos dijo un conocido referente del sector,
"-Como no saben nada, llaman torre o rascacielos a cualquier megaemprendimiento exclusivísimo de veinte pisos frente al mar, cuando en realidad se trata de un 'cagavecinos', 'jodegente' o 'arruinaciudades' común y corriente-" Otro de los
capocostruttori marplatenses nos dijo:
"- No es cierto que exista un boom de la construcción. Lo que existe es un boom de la soja y de la frula, y en algún lugar tenemos que lavar patrióticamente la guita, para que este gobierno marxista, con sus impuestos confiscatorios, no la dilapide graciosamente en asignaciones por hijo y cosas para los negros, que bien podrían trabajar para lograrlas. Nosotros damos trabajo esclavo, no dádivas-", y afirmó:
"-Mi abuelo albañil vino de Italia con una mano atrás y otra adelante, y luego de años y años de arduo trabajo, ahora sus descendientes podemos ponerle nuestras propias manos atrás y adelante a cualquier muerto de hambre que se nos acerque-", concluyó.
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