No mas
San Valentín, no más
San Patricio, no más
Santa Cecilia. El
Intendente Pulti tendría sobre su escritorio, a su firma, el decreto por el cual se impone el festejo de
San Florencio, y con él, la celebración del
Día de los Entongados. De esta manera daría inicio una celebración
netamente marplatense, que sin duda generaría trabajo a cientos de conciudadanos. A su vez, se le daría un justo reconocimiento a todos aquellos personajes que, merced a una cierta suma presionan y han presionado a esta y a anteriores administraciones comunales para obtener ventajas por encima del resto de los mortales. Las primeras estimaciones recogidas por el
EMTur señalan que el festejo generaría durante los días en que se celebre, una ocupación del
80% en la hotelería de la ciudad. Por supuesto que en el rubro de las cinco estrellas. Aunque también podrían realizarse recordatorios mas pequeños durante los fines de semana largos, de modo que el grueso turístico no pierda la oportunidad de venerar a
San Florencio, en el marco del plan
San Florencio 12 meses. Al santo, conocido como
El Apostol de la Transa y del Entongue, se le atribuyen los milagros de poder comunicarse en múltiples maneras, de abrir las arenas y desplazarlas hacia su territorio, de aparecer retratado en imágenes junto a políticos actuales, de ahuyentar artistas que consideró perjudiciales y el de haber logrado no haber sido nunca echado a patadas.
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