No todas son rosas para el ahora ex obispo de la ciudad. En su gira de despedidas, que se dice más extensa que la de
Los Chalchaleros, las clausuras de las últimas horas impidieron sus visitas a
La Posadita y a
Friends, dos reductos donde el prelado solía concurrir a evangelizar a las trabajadoras que allí se desempeñaban. Tras la despedida que le organizaron en la
Base Naval donde, entre gratos recuerdos,
Puiggari se dirigió a los oficiales afirmando:
"-No teman, que conmigo, sus crímenes de lesa humanidad están al resguardo del secreto de confesión-", tuvo tiempo de manifestar su pena por no poder despedirse de los dos locales de esparcimiento nocturno
"-Le pedí al intendente que los abriera sólo para que pudiera despedirme, pero, ustedes saben: el intendente es hombre de una sola palabra y sería incapaz de algo así. Espero que en Paraná, mi próximo destino, pueda seguir llevando a estos lugares la palabra del Señor...-" El ex obispo también lamentó no poderse despedir de
Gustavo Demarchi, que en estos momentos se encuentra demorado en
Colombia. Puiggari se despedirá de todo el pueblo marplatense con una misa en la
Catedral, el próximo martes 22 de febrero a las 20, en la que realizará covers de algunas homilías de
Benedicto XVI "y alguna que otra sorpresa". Habrá que ir y comprobarlo.
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