Papelón pultista: sólo habría podido entrar a la Rosada al decir: "Vengo de parte de Don Florencio"

Un hecho curioso se suscitó a las puertas de la Casa Rosada, al arribar el Intendente Gustavo Pulti y anunciarse para poder pasar a las exequias de Néstor Kirchner. El intendente, por medio de sus allegados, comunicó al personal de ceremonial que se encontraba "El intendente de Mar del Plata". De inmediato se produjo el desconcierto de los empleados que cuidaban la puerta de la Rosada. "-¿Mar del Plata? -se preguntaron- ¿hay intendente en Mar del Plata?-", decían, mientras revisaban listas, se consultaban vía handy y revisaban el Pequeño Larrouse Ilustrado. Uno de los guardias se apresuró a gritarle a Pulti "-¡Andá, pibe, andá a la cola!-". Así transcurrieron eternos minutos en los que Pulti intentaba manotear alguna cédula, algún carnet que lo acreditara como intendente marplatense, sin éxito. Cuando la situación comenzó a tornarse tensa, el intendente, con su habitual habilidad política, sacó un as de la manga: "-Vengo de parte de Don Florencio Aldrey!-", espetó. Allí todo cambió. Los empleados cambiaron su rictus duro e inmediatamente franquearon las puertas al bueno de Gustavo. "-Por allí, señor, por la alfombra roja...-" se le escuchó decir a uno de los guardias, que al alejarse Pulti remató: "-Intendente de Mar del Plata...¡andáa!-"